¿CUÁNDO COMPENSA ACHATARRAR UN COCHE PARA ACOGERSE AL RENOVE 2020?

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¿CUÁNDO COMPENSA ACHATARRAR UN COCHE PARA ACOGERSE AL RENOVE 2020?

(Fuente: Autofácil.es)

El Plan Renove 2020 pretende fomentar la compra de vehículos nuevos ofreciendo ayudas por achatarramiento de coches antiguos. ¿En qué supuestos interesa y en cuáles no? El Gobierno ha dispuesto 250 millones de euros, de los que 200 se destinarán a subvenciones a la compra de turismos y TT que emitan menos de 120 gr de CO2, y que logren las etiquetas medioambientales C, ECO y CERO.

 

Otros 25 millones se destinarán a furgonetas (que podrán emitir hasta 155 gramos de CO2) y camiones; 20 millones se emplearán en las subvenciones a la compra de furgonetas de más de 3,5 toneladas y los camiones y autobuses más pesados. Los últimos 5 millones restantes se destinarán a la subvención a la compra de motocicletas (de combustión o eléctricas con más de 70 km de autonomía).

 

La condición indispensable para acogerse a esta ayuda es la de achatarrar un vehículo de más de 10 años de antigüedad, con la ITV en vigor desde el 14 de marzo, el impuesto de matriculación pagado y siendo propiedad del interesado durante al menos 1 año. Asimismo, la cantidad de la ayuda estará definida por la etiqueta medioambiental del vehículo y por la clasificación energética determinada por el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía).

 

A esto hay que sumar otros 500 euros adicionales si el interesado tiene unos ingresos inferiores a 1.500 euros mensuales, tiene movilidad reducida o si el vehículo que quiere achatarrar tiene una antigüedad superior a los 20 años. También los concesionarios deberán ofrecer un descuento de hasta 1.000 euros (en el caso de los ECO) de acuerdo a la ayuda recibida por parte del estado.

 

La respuesta es sencilla y depende también del mercado de segunda mano. Teniendo en cuenta que la subvención máxima a la que se aspira es de 5.500 euros, si el valor del coche que se quiere achatarrar es inferior a los precios que se manejan en el mercado de segunda mano, acogerse al Plan Renove es una opción verdaderamente factible. También hay que poner encima de la mesa que estas ayudas no están exentas de impuestos, por lo que habrá que incluirlas en la declaración de la renta.

 

Por otro lado, si nuestro coche actual está en perfecto estado de conservación, pero queremos dar el paso de adquirir uno nuevo, no es necesario acogerse al Plan Renove, puesto que en el mercado de segunda mano podríamos conseguir un precio mejor que el ofrecido por las ayudas del Gobierno. Además, los concesionarios seguirían manteniendo su ayuda de cara a la compra de un coche nuevo.

 

 

EL USO DE LA MADERA EN EL AUTOMÓVIL DEL FUTURO

(Fuente: Coches.com)

La madera ha estado muy presente en la automoción desde sus comienzos. De hecho, fue en sus primeros años cuando más abundante era, ya que los coches primigenios derivaban de carruajes. Con el paso de los años, ha servido como adorno en los interiores otorgando estatus; marcas como Morgan lo han usado en sus chasis durante más de 80 años. Sin embargo, últimamente se ha estado viviendo un gran avance en el empleo de materiales más ligeros y fuertes.

Y no solo hablamos de fibra de carbono, sino de plásticos reforzados con otras fibras o incluso materiales reciclados. Es la evolución, al fin y al cabo. Pero hagamos como los ingenieros nipones de la Universidad de Kyoto, y centremos nuestra atención de nuevo en la madera, un material disponible y renovable. Aunque un árbol pueda dar a luz un coche, sí que puede aportar mucho a su creación de forma sostenible, como nos demostró su prototipo Nano Cellulose Vehicle Concept en noviembre de 2019.

Dirigido por el profesor Hiroyuki Yano, uno de los equipos líderes en la manipulación de madera y pulpa de madera, o más bien “nanofibras de celulosa” (CNF), como a los ingenieros les gusta llamarlo, ha estado haciendo una investigación para los avances en el uso de madera y fibras de pulpa de madera en la producción de componentes para automóviles más ligeros. Sin embargo, no hay que creer que es tan simple como coger una lámina de madera y calentarla, enfriarla y darle de vez en cuando forma para integrarla en el coche.

El proceso consiste en descomponer la fibra mediante la aplicación de tratamientos químicos, reduciéndola a nanofibras de varias centésimas de micra de grosor. Para ponerlo en perspectiva, el cabello humano, de media, tiene unas 50 micras de espesor. Esas fibras se mezclan con materiales preexistentes como el plástico para crear un material híbrido que se dice que es tan fuerte como el acero, pero un 80 % más ligero. “Esta es la aplicación de coste más bajo y más alto rendimiento para nanofibras de celulosa, y es por eso por lo que nos estamos centrando en su uso en piezas de coches y aviones”, dice el profesor Yano.

Aunque la universidad ya haya desarrollado un deportivo a partir de su tecnología con las nanofibras de celulosa, no significa que otras formas de incorporarla no se hayan investigado e incluso incorporado en vehículos. Si echamos un vistazo a lo que algunas marcas han propuesto en los últimos tiempos, resulta que los principales fabricantes de automóviles ya han investigado en desarrollar las posibilidades que puede ofrecer la madera y, algunos de ellos, han adoptado su uso de una forma u otra.

Por ejemplo, los ingenieros de Ford han estado investigando e incorporando el uso de nanofibras de celulosa desde 2001. Sus modelos Mondeo y Kuga actuales utilizan una mezcla de un 50 % de Kenaf (una planta fibrosa nativa del centro-este de África) y un 50 % de plástico en los paneles de las puertas interiores, lo que ayuda a reducir el peso de los componentes en más del 30 %. Incluso algunas de las sucursales de la marca repartidas por el mundo parecen estar trabajando en la incorporación del bambú.

Ahora hablemos de costes. Producir un kg de nanofibras de celulosa cuesta alrededor de 9 dólares, unos 8 euros. Las aleaciones de acero y aluminio están actualmente a 2 dólares (1,75 euros) por kg para producir, mientras que la fibra de carbono actualmente se sitúa en torno a los 20 dólares (17,5 euros) por kg, aunque está previsto que baje entre 8 y 10 dólares (entre 7 y 8,75 euros) por kg para 2025. El grafeno, otro material ligero, altamente resistente y fantástico, está actualmente alrededor 1.000 dólares (880 euros)/kg.

Ahora bien, tampoco es perfecto. Los cambios constantes en la tecnología de los materiales también producen cambios en la educación, el equipo y la mano de obra necesaria para usar y monitorear dicha tecnología de manera eficiente. No es que esto sea algo malo per se, pero también hay que “resolver el problema de los elevados costes de fabricación antes de ver un mayor uso de materiales nuevos y más ligeros en automóviles de gran volumen”, en palabras de Masanori Matsushiro, encargado de invertir en el desarrollo de las propiedades de la madera en Toyota. Los nuevos procesos de producción requieren una gran cantidad de inversión.

INFORMACIÓN DE INTERÉS REVISTA ACERMETAL Nº 370 15 DE JULIO